Los aficionados al futbol sabemos que el chico de los
Palacios, Jesús Navas, es un extremo derecho veloz, capaz de driblar rivales con una
facilidad pasmosa y de sacar centros tan precisos que hacen que sea más difícil
fallarlos que meterlos.
Con problemas psicológicos, Navas, tardó en llegar a la
selección. Alejado ya de estos inconvenientes que le perjudicaron en el pasado,ahora el jugador ya es un fijo en la selección campeona del Mundo y de Europa.
En la época dorada del Sevilla formaba con Adriano y más
tarde con Capel, las dos bandas mas incisivas y desequilibrantes de Europa.
La mejor época del Sevilla se ha esfumado, pero con esta
etapa de crisis como en todos los malos momentos surgen héroes. Navas ya no es
sólo un extremo, baja a recibir el balón al centro del campo, es capaz de robar
el balón en su propia defensa y de iniciar el ataque. Cuando él está en una banda el juego se vuelca en esa banda,
si va por el medio el Sevilla juega por el medio. Este jugador si es ya el crack
que apuntaba y lo es cuando lo deben ser los cracks, cuando su equipo más lo
necesita. Con su fútbol, el Sevilla debe superar estos momentos delicados.
Jesus Navas ya no es un niño, no es sólo un extremo, se ha
hecho un hombre y es un 10.
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